Como no podía ser de otra manera la historia anterior no encontró su desenlace, esta vez se sucedió un nuevo episodio, esta vez más corto y contado con menos dramatismo que la vuelta pasada.
Ocurre que uno a veces tiene cosas por imprimir y anda por el centro, tal vez alguien necesitara imprimir un documento con cierta urgencia o cualquier archivo, se dirige al negocio de impresiones y fotocopiados al que se acostumbra ir siempre, es atendido, se le entrega el pendrive a la chica que atiende... y...
- Disculpe, pero no me toma el pendriver...
- Espere ahí apareció pero está vació.
Bué, son cosas que pasan yo sabía bien que tenía un montón de cosas incluyendo el documento que debía imprimir.
Me dirijo a un centro de fotocopiado cercano y me encuentro que solo tenía accesos directos a mis archivos y carpetas, evidentemente algo extraño andaba pasando.
Pero no es de extrañarse que los famosos viejos virus de siempre todavía nos continúen afectando hasta estos tiempos, más cuando aún se utiliza windows en aquellas computadoras donde se conectan todo tipo de dispositivos de almacenamiento.
Finalmente y sin resignarme, fui a un ciber donde podía examinar el caso y recuperar los archivos y carpetas aparentemente extraviadas encontrándome con que todo seguía allí, pero oculto, con engañosos accesos directos que de ser ejecutados infectarían también la pc que me encontraba usando.
Recuperé todo, solucioné el problema y ya feliz y contento pude volver a continuar con mis tareas como de costumbre. ufff!
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